Rocas volcanicas y fuente del Reajo.

Muy cerca del pueblo de Loscos, a escasos 2 kms, tenemos un lugar que reúne varios atractivos y que son dignos de mencionar y desarrollar, dado su interés e importancia, en varios aspectos.

Estamos hablando de la zona de EL REAJO.

Reajo y fuente, aún en obras
Reajo y fuente, aún en obras

 

El lugar reúne una corriente casi continua de agua, una fuente, una flora con algunos ejemplares de chopos cabeceros dignos de atención y las rocas volcánicas de Loscos.

(La pradera en cuestión, aunque parezca que no tiene dueño, si que lo tiene, aunque la ha cedido al pueblo para su uso recreativo) Pertenece a …. Y lo mismo los chopos, que cada uno tiene un dueño, aunque ya no ejerzan esa propiedad.

Es un lugar de asueto y recreo habitual de los habitantes de Loscos desde antiguo, aunque en los últimos tiempos ha perdido popularidad.

Un espacio que recientemente ha experimentado un cambio muy significativo con el “empedrado” de la mayor parte del suelo, así como la construcción de una fuente de piedra que canaliza el agua del manantial que se filtra de los estratos que observamos justo enfrente. Anteriormente a esta actuación, la fuente estaba más desprotegida y cada vez que había alguna riada era objeto de la erosión y desapareciendo alguna vez. De esta forma, la fuente queda totalmente protegida de riadas. Además, se han construido unas mesas y asientos con unas piedras de tamaño espectacular. Dignas de contemplar.

La corriente de agua, aunque no llega a alcanzar el nombre de rio, si que mantiene cierta continuidad y son pocos los años que ha perdido el caudal totalmente.

Otro aspecto a destacar son los chopos cabeceros que se pueden ver en ese tramo. Son tres y con un gran porte y que deben ser cuidados y mantenidos para disfrute general.

Y unos 200 metros rio arriba, se encuentra el Lugar de Interés Geológico “LIG ” denominado Rocas ígneas y aureola metamórfica de Loscos según el Instituto Minero y Geológico de España.

Los Lugares de Interés Geológico (LIG) de Aragón, que son aquellas superficies con presencia de recursos geológicos de valor natural, científico, cultural, educativo o recreativo, ya sean formaciones rocosas, estructuras, acumulaciones sedimentarias, formas, paisajes, yacimientos paleontológicos o minerales.

Los Lugares de Interés Geológico se consideran, con carácter general, espacios donde son usos permitidos aquellos que resulten compatibles con la conservación y mejora de la cubierta vegetal, de la fauna, de los suelos, del paisaje y de la calidad de las aguas; las actividades agropecuarias existentes y cualquier otro uso autorizado previamente. Así, se consideran usos permitidos las visitas y actividades didácticas y científicas orientadas al conocimiento, divulgación, interpretación y apreciación de los valores naturales, sin perjuicio de posibles restricciones ligadas al mantenimiento de los fines de conservación y mejora del lugar, así como de la salvaguarda de los derechos de la titularidad de los espacios. Cualquier otro uso que no esté específicamente prohibido estará sometido a autorización por parte del órgano ambiental del Gobierno de Aragón.

Durante la Orogenia Hercínica, los esfuerzos tectónicos asociados a los choques continentales, dieron lugar a la aparición de grietas y fisuras en las rocas. El magma ascendió a través de estas y se secó rápidamente, formando una chimenea petrificada o pitón. Podemos observar una disposición típica en forma de bloques, propia de magmas cuya composición química es rica en sílice. Destaca así mismo la aureola de metamorfismo por influencia de la intrusión en los materiales paleozoicos.

Rocas volcanicas
Rocas volcanicas

A lo largo del Barranco del Reajo aparecen unos cuerpos laminados de andesita atravesando las estructuras de la roca en la que se encajan dando lugar a un tipo de disposición conocida como dique. Las andesitas son rocas «‘efusivas» formadas por un magma que al alcanzar la superficie se extiende de forma laminar y en estado fundido (lava), hasta que la temperatura más de la superficie hace que solidifique. Los minerales de hierro y magnesio (de colores oscuros) en este tipo de rocas, se encuentran orientados según los polos magnéticos. También son frecuentes los granates de diverso tamaño.

En el extremo oeste de la zona afloran unas rocas magmáticas llamadas «microgabros”. Son rocas magmáticas de estructura microgranuda (granos casi imperceptibles a simple vista, como resultado de un enfriamiento rápido del magma) y con iguales proporciones de minerales blancos (cuarzo y feldespato) y negros (ferromagnesianos). Estas rocas se encuentran obstruyendo lo que en tiempos fue una chimenea volcánica.

El conjunto de esta estructura es lo que se conoce como pitón. En origen, las altas temperaturas y las altas presiones generadas por la ascensión de la lava a través de la chimenea volcánica, provocaron transformaciones de las rocas calcáreas devónicas del entorno. A estas transformaciones se les da el nombre genérico de “metamorfismo de contacto”. Resultado de ello es la aureola formada en torno al pitón en la que aparecen niveles de materiales bandeados, rosáceos y verdosos, formados y organizados bajo unas condiciones de altas presiones (en torno a un kilobar) y altas temperaturas, (entre 400 y 500 ºC). La importancia de la estructura descrita radica en los pocos ejemplos existentes de aureolas de metamorfismo de contacto de esta magnitud en la Cordillera Ibérica.

Dentro del término de Loscos se han encontrado otros filones con mineralizaciones que fueron estudiadas por la Universidad de Zaragoza.

El lugar bien merece una señalización y adecuación a su importancia. Y si lo visitas, procura dejar todo como estaba sin dañar ninguna planta, rocas u otros elementos.

VER MAPA

 

Bibliografía:

PUNTOS DE INTERES GEOLÓGICO. Gobierno de Aragón. Departamento de Medio Ambiente. Prames. ISBN 84-83221-097-5 Zaragoza 2001

http://info.igme.es/ielig/LIGInfo.aspx?codigo=IBs068

ROCAS VOLCANICAS EN XILOCAPEDIA

http://www.paleoymas.com

                                                                                                                                                                        Redacción y fotos: Antonio Gendive Páez